Ciudad de Córdoba, Argentina.
En una institución donde se ofrecen actividades terapéuticas culturales para adultos con necesidades especiales, se realiza un taller de cine.
Sus cinco participantes, con la coordinación de dos estudiantes de psicología con pasión cinematográfica, se proponen realizar una película.
Las historias nacerán del encuentro grupal, y serán imaginadas y protagonizadas por los participantes. Una pequeña filmadora está al servicio de cada iniciativa.
En los encuentros existe una regla sagrada: el re-conocimiento. Las diversas propuestas son comprendidas como genuinas, legítimas y registradas con la cámara.
Así, en un desordenado proceso de exploración, van descubriendo las historias que se quieren contar.
Y se lanzan a la incierta aventura de realizarlas.
Rápidamente nace la primera propuesta que será el eje de la narración fílmica: un partido de fútbol entre dos equipos archirivales: Japón vs. Japón.
Japón encarna las mejores potencias de los protagonistas; Jabón es su antítesis. Mientras Japón luce remeras multicolores y es entusiasta, su rival, Jabón, esta integrado por jugadores débiles, aburridos e impecables.
Los mismos protagonistas son jugadores de ambos equipos.
Matías, uno de los coordinadores será jugador . El otro, Gonzalo, el director técnico.
El partido se desarrollará en un viejo y vacío estadio de fútbol.
Una vez encontrado el relato que amalgama el proyecto, los participantes deciden protagonizar cada uno una historia personal:
Federico elije ser el escritor Jorge Luis Borgez (así, con Z).
Fernando el jugador Lionel Messi,
Emilce la mujer enamorada que se casará con Messi, elije llamarse Esmeralda Lorenzo.
Raúl será el anfitrión y cocinero de un gran asado.
Luciano es Lacone, incansable viajero de colectivos urbanos e imitador del cantante Luís Miguel.
Estas cinco pequeñas historias se irán entrelazando con el desarrollo del partido de fútbol.
Las imágenes en la película tienen el pulso de la experimentación. La cámara se integra a la vida íntima del grupo, los actores actúan pero también la utilizan, le hablan, la manipulan, juegan con ella. En todo momento funciona como un espacio abierto a la creatividad.
Federico, Borgez, busca a la mujer de sus sueños y encarna la aventura de convertirse en poeta. Camina por la ciudad, anda por plazas y cafés. Imagina a la mujer, le escribe, la busca, baila con ella un tango y camina con ella junto a un río.
Es un personaje delgado y silencioso.
Fernando es Lionel Messi, goleador y capitán del equipo. Un personaje corpulento y amable, que viste la camiseta de Boca Juniors. Amalgama de hombre amoroso y místico; venera a todas las mujeres del mundo y es capaz de hablar con un dios presente en la naturaleza. Quiere casarse con su novia, que en el momento de la filmación, además era su novia real.
Esmeralda vive sola en su casa, es una mujer dulce y dramática. Sale a andar a caballo. Al regreso se encuentra con Messi, que la espera con un ramo de flores.
Juntos quieren experimentar su casamiento.
Luciano decidió ser “Lacone” en la película. El jugador número 880000 del equipo Japón. Es un personaje enigmático.
Nos invita a compartir su vagabundeo por la ciudad, Matías lo acompaña en un azaroso viaje en colectivos urbanos. Lacone lleva una cámara en su mano. Filma las veredas, asfalto…. Gonzalo, con otra cámara, lo sigue en el vertiginoso andar.
Además, Lacone canta como Luis Miguel. Cantar es su manera predilecta de comunicarse.
Raúl es Raúl, el arquero de Japón. Tiene, un cuerpo inmenso y un rostro inocente. Invita a los compañeros de Japón a comer un gran asado que el mismo prepara. Un acontecimiento magnífico, desbordante de comida y emoción.
En el proceso de construcción de su historia, Raúl siempre busca mirarse en el visor de la cámara. Ahí, como ante un espejo, se encuentra y se descubre.
Finalmente, Japón gana el partido de fútbol contra Jabón, un resultado ajustado:
La experiencia de realización de las historias se constituye en un pre-texto, en el que los protagonistas, jugando a la ficción, expresan sus mundos subjetivos.
Además, una cantidad de sin-sentidos ensayan sentidos, entretejiéndose en una trama sencilla en su propuesta y compleja en contenidos.
Japón es una historia capaz de movilizar nuestros prejuicios en relación a la discapacidad, a la locura. Puede generar cuestionamientos sobre nuestras posibilidades e imposibilidades de relacionarnos con la alteridad. Puede hacernos vivir un relato impregnado de acontecimientos divertidos, intensos y conmovedores.
